Hoy voy a hablar de un concepto muy utilizado, pero al mismo tiempo difícilmente explicado dentro del mundo de la actividad física. El problema y la dificultad de definirlo viene dado porque en el mundo científico y dentro de la fisiología no se llega a clarificar de una manera contundente. Evidentemente no voy a ser yo quien emita una definición clara, pero sí que voy a intentar hacer que lo comprendamos un poco más. ¿De qué hablamos?. De la zona de lactato, o comúnmente llamada zona anaeróbica láctica.
A partir de la potencia en la que se ve reclamado el VO2 máx o la PAM (Potencia Aeróbica Máxima), el metabolismo aeróbico ya no puede seguir aumentando la producción de ATP al verse saturado. Por ello, la única posibilidad de incrementar dicha potencia parte de las prestaciones del metabolismo anaeróbico.
De esta forma, las cargas en las que la potencia aplicada exijan más cantidad de energía en la unidad de tiempo que las que puede abastecer el consumo de oxígeno inciden en la zona que se ha denominado anaeróbica láctica o zona de lactato, que permite gran gama de potencias. Así pues, para que sirva de ayuda para dirigir las cargas, se ha estimado la conveniencia de subdividirla en dos niveles: láctico extensivo e intensivo:
Láctico Extensivo: Resulta la parcela en la cual inciden las cargas de potencia inmediatamente más altas a las que exigen el 100% el VO2 máx.¿ Qué mejoramos en esta zona?.
– Tolerancia a importantes concentraciones de lactato y a la hiperacidez durante un tiempo relativamente prolongado.
– Aumento de la capacidad tamponante de la hiperacidez
– Aumento de la actividad enzimática anaeróbica
– Posibilidad de aumentar el VO2 máx trabajando a potencias ligeramente superiores éste (puesta en crisis).
Láctico Intensivo: En este nivel inciden las cargas lácticas por excelencia que implican el metabolismo láctico en su máxima expresión. Los niveles de lactato en sangre y la hiperacidez llegan al límite de la tolerancia. ¿ Qué mejoramos en esta zona?.
– Potenciación de procesos tamponantes ante las bajadas del pH
– Potenciación de la eliminación del lactato y de otros catabolitos durante las pausas
– Capacidad de tolerancia a los síntomas de fatiga específica que se producen ante este tipo de cargas.
El trabajo de esta zona en sus dos variantes es muy importante trabajarlas para mejorar nuestra máxima capacida aeróbica, pero previamente hay que intentar definirlas, o al menos acercarse lo máximo posible. Yo el método de trabajo que utilizo siempre es en campo y cercano al atleta. Unos de los tests que utilizo es el test de Diper, siendo muy acertado a la hora de definir zonas de trabajo. De hecho normalmente mis atletas suelen sorprenderse de la exactitud de la frecuencia cardíaca con el paso el kilómetro que marcamos.