MANTENTE FIRME PARA ESTAR EN FORMA

Ojo a este dato: tus genes sólo influyen en un 25%-40% en tu estado de salud. El resto depende de cómo te cuides, con lo que el ejercicio es imprescindiblepara evitar la

Motivacion en el deporte

Motivación

aparición de enfermedades que no son, como mucha gente cree, ´propias de la edad´, sino consecuencia de la vida sedentaria: dolencias del corazón, colesterol, diabetes, artrosis…¿ Te parece suficiente argumento para perseverar en tu rutina de entrenamiento? Pues ponte manos a la obra YA, porque si practicas ejercicio cardiovascular combinado con algo de resistencia, cuidas tu dieta, cultivas una actitud positiva y mantienes a raya el estrés, tienes garantizado el bienestar  físico y mental de por vida. A no ser, claro, que la herencia genética decida intervenir y causar estragos a pesar de tus esfuerzos. Pero eso ya no depende de ti.

¡NO HACEN NI CASO!

Este mensaje tan rotundo no es precisamente nuevo. Los médicos, los psicólogos, los medios de comunicación… todos explican una y otra vez las claves de una vida sana. Y sin embargo, las estadísticas son sorprendentes. Fíjate: el 50% de la población lleva una vida sedentaria. El 34% fuma regularmente. El 35% de los adultos y el 25& de los niños

Entrenar es salud

Entrena y vive

tienen sobrepeso. Lo dice la encuesta nacional de salud.

Sólo el 7% lo emplea en hacer deporte o en actividades culturales. La consecuencia de este estilo de vida salta a la vista: hipertensión, colesterol, osteoporosis, obesidad, diabetes, depresión, enfermedades coronarias…¡ Un panorama deprimente!

¿Porqué no cala el mensaje, entonces?. Para la mayoría por pura pereza. Porque resulta más fácil mantener los hábitos de siempre que esforzarse en cambiar, sobre todo cuando esas amenazas que vaticinan los médicos no hacen acto de aparición… Claro que todo es cuestión de tiempo, porque nadie puede fumar un paquete de tabaco al día y pretender a los 50 años estar tan fresco como a los 25.

Y TÚ, NO TE ENGAÑES

Lo curioso es que entre la gente que practica deporte de forma habitual, tampoco a veces existe suficiente motivación. Y es que no todo el mundo tiene mentalidad de campeón para mantenerse al pie del cañón cueste lo que cueste, consiguiendo que le resbalen las críticas y los fracasos y concentrándose sólo en superarse a si mismo. La mayoría de los mortales nos desanimamos, tiramos la toalla o no encontramos fuerzas para rendir al máximo. Aunque nos entusiasme lo que hacemos y nos sintamos de maravilla al salir del gimnasio  o bajar de la bici.

Si te reconoces en esta paradoja, tal vez sea porque has caído víctima del autosabotaje. O sea, “decir que queremos hacer algo y luego hacer todo lo posible para que no ocurra”. Así lo define Alyce Cornyn- Selby en su libro Como superar el autosabotaje. Pero ¿por qué una persona es capaz de convertirse en su peor enemigo? ¿qué mecanismo actúa para que nos propongamos mantenernos en forma y acabemos con el trasero pegado a la butaca o al coche? ¡No! En realidad, el autoengaño es una conducta muy frecuente que tiee su explicación racional.

Se practica porque reporta un beneficio. Y ocurre, según esta experta, que dentro de cada persona  pueden hablar distintas voces. Por ejemplo, una asegura que hacer ejercicio es sanísimo para la salud. Pero otra está convencida de que es necesario ir de copas y fumar con los amigos, porque si no uno podría encontrarse completamente solo y sin vida social. Y claro, el dueño de estas voces sale un sábado noche hasta las tantas y se despierta con resaca, así que el  domingo no hace deporte. Pero el lunes se siente culpable y vuelve a entrenar a diario. Hasta que llega el viernes y le llaman sus amigos… Aquí lo que hace falta es que la voz dominante esté convencida de que un estilo de vida saludable es lo mejor y que se pueda combinar perfectamente el entrenamiento con las salidas nocturnas. Claro que, en este caso, puede que tenga que cambiar de amigos.

TU MOTIVACIÓN PERSONAL

¿Te has preguntado alguna vez qué es lo que te motiva a hacer deporte? ¿Por qué haces el esfuerzo de dedicar tiempo y energía al entrenamiento en vez de optar por una vida más cómoda? No, no se trata sólo de ponerte en forma, de mantener ese cuerpazo o de la necesidad de adrenalina. ¿Entonces? Tal vez no sepas responder, pero muchos psicólogos sí lo han hecho. Curiosamente, todos señalan que los motivos para practicar deporte no siempre son conscientes. Pero si reconoces los que predominan en ti, lograrán incrementar aún más tu rendimiento o comprender en que estas fallando. Como por ejemplo, no rendir lo suficiente porque tu motivación principal en realidad no es suficientemente fuerte o se ha quedado desfasada. En ambos casos, deberás hallar otra con la que te identifiques totalmente. Entre los principales motivos psicológicos para entregarse a la práctica del deporte destacan las siguientes necesidades:

-         De afiliación: la    necesidad de pertenecer a un grupo que proporciones apoyo y amistad. En la infancia y adolescencia sobre todo.

-          De exhibición: gustar a otros, interesar, asombrar, conmover, sorprender o destacarse.

-          De éxito y autonomía: la fortaleza física y mental como sinónimo de independencia.

-          De rendimiento: superar los propios límites y competir con terceros,

-          De placer intrínseco: el bienestar psicofísico que proporciona la actividad deportiva.

-          De construcción: organizarse y constituirse a partir del reconocimiento(sobre todo en la infancia), del propio cuerpo y sus movimientos.

-          De sublimar impulsos agresivos propios de la naturaleza humana: estos encuentran en el deporte una vía de expresión socialmente aceptada y valorada.

-          De dominio: de influir en otros o controlarles.

-          De jugar: es el aspecto lúdico del deporte, como medio para relajarse, distraerse o entretenerse.

 

RAZONES PARA MOTIVARTE

Josep Comellas, en su libro Hábitos inteligentes te las recuerda:

1. los beneficios de hacer ejercicio son más que físicos: mejor aspecto, más resistencia, vitalidad y autoestima, etc.

2. la edad no es sinónimo de enfermedad: el colesterol elevado, la artrosis, los problemas del corazón…¡no son inevitables!, sino un efecto de la vida sedentaria.

3. La dieta no basta. Si quieres estar en forma el único modo efectivo es combinar dieta cardiosaludable y ejercicio físico.

4. Es un seguro de autonomía para el futuro: tener fuerza y flexibilidad en la vejez significa muchísimo: poder subir las escaleras, pasear, ir a hacer la compra… Ser independiente en suma.

 


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